Por Marcia Castro
Llamado a todas las infancias del mundo
Si urguetear es la condición primordial de cada niñx
abrir cajones
sacar papelitos, hilos de colores
tocar souvenirs de porcelana fría
ver viejas fotografías
por qué los adultos nos vivían diciendo
“no lo hagas, dejá eso
andá a jugar con otra cosa”.
Y nosotros, cual herejes
hacíamos oídos sordos
simulábamos ser de mármol por un rato
aprovechábamos la ocasión
cuando no estaba la abuela
el tío, la tía, la mamá
y abríamos el cajón, la biblioteca, el placard
sacábamos juguetes viejos
revistas que ahora están fuera de circulación
libros amarillentos.
Es el hambre por saber lo que no se conoce
pequeños ojos que pretenden con 99,9% de inocencia
vivir la vida como si fuera una telenovela
inventan personajes, educan a sus muñecas
son la madre, son el padre
limpian para que al minuto
todo vuelva a ser un desastre.
Los niñxs vienen a subvertir
el viejo orden de lxs adultxs aburridxs
donde cada cosa va en su lugar
“abrígate, que hace frío”
“ponete protector si vas a la playa”
(habrá tiempo para eso. Habrá…).
Lxs niñxs tiran los juguetes por el piso
juegan con agua
rayan las paredes con el lápiz labial de mamá
tienen la ambición de armar un auto con trozos de madera
desean vivir en la casa de cualquier árbol
¿qué otra cosa es eso, sino buscar la independencia?
Este poema es un llamado a todas las infancias del mundo:
urgueteen hasta hartarse
háganlo a escondidas
pero abran cajones
pruébense la ropa y los zapatos de sus padres
córtense el flequillo sin consultarlo con ningún peluquero de barrio
aprendan a escribir su nombre para estamparlo en la pared
y en todas partes.
Sacudan con sus locuras
esta sociedad estática, rectilínea, uniformemente variada
sean una pelota que de rodar
nunca se cansa.
Trabajo doméstico
Despertar
dejar los sueños para las películas y para la noche.
Es de día
poner la tetera en el fuego
esperar
un momento.
Hacer las camas
desayunar
una taza de leche con galletas de agua
lavar hasta la cuchara.
Buscar los vegetales y la carne
sacar la semilla sacar la cáscara.
Poner agua en la olla
prender la radio para escuchar a otras personas.
Ver la hora
meter la papa, el zapallo, la zanahoria.
Todo está encaminado
puedo irme a la habitación
tirarme en la cama y divagar
viajar dentro de mi cerebro.
Hasta que llega mamá
y yo tengo que dejar mis lentes
dejar mis cosas
ir por la franela
ver morir a mis rosas.
Retener el poema en mi mente
porque aunque esté en otra
tendiendo camas
lavando platos
pasando la escoba
el poema aún me pertenece
aún late en mi vientre.
Estar en casa
siempre significó hacer las tareas de la casa.
No un simple "estar en casa".
No un arrojar la chancleta por la ventana.
No un existir psíquicamente
t i r a d a e n l a c a m a.
No un esperar a que surja la idea
e ir instantáneamente
por un cuaderno y una lapicera.
Y rasguña las puertas
Ella rasguña la puerta
mientras lo único que quiero hacer
es estar a solas con mi miseria.
Tengo un libro de poemas en la mano
no tanta fiebre en la cabeza.
Ella rasguña la puerta
una vez
dos veces
y a la tercera le abro.
Ella entra
pequeña
peluda
negra
y sin decirme nada
como siempre
se recuesta
en el piso del baño
y mientras leo a Melissa Carrasco
refresca su panza
hace calor. Es normal. Es verano.
Ella se recuesta
espera
a mi lado.
Dejo de leer
hay un poema frente a mí.
¿Acaso lxs poetas descansamos?
No entiendo a la gente que no se ha equivocado tan fuerte
gente que
no ha tenido que hacer listas de cosas positivas
para sentirse bien
gente que
no ha pisado el psicólogo o el psiquiatra
y saben que
las cosas se darán cuando sea el momento
no antes
ni después.
Esa gente generalmente
duerme bien
pone el saquito de té en la taza como si fuera
quema las tostadas
ríe con las personas como si fuera
y luego las besa
como si fuera
la primera vez.
Todo me pega de manera diferente
la cachetada de mi madre
el abrazo de un pariente
la segunda dosis de la sputnik V
un alfajor de maicena
saber que me pagan el martes
la felicidad a veces es un piano que me cae en la cabeza
y no me puedo (parar de) mover.
*****
Marcia Castro es una poeta que vive en Mendoza, Argentina. Actualmente se encuentra estudiando la carrera de Comunicación Social en la Universidad Nacional de Cuyo. Tiene a su cargo una revista cultural llamada "Está Viva" en la que ejerce el periodismo y además es impulsora del "Servicio Poético Postal" y de los "Cigarrillos poéticos" , presentados en la Feria del Libro en Mendoza en el año 2021.