Fotografías de La  Mouche.

Si bien las relaciones históricas entre fotografía y pintura son ineludibles, en el caso de las imágenes que nos presenta La Mouche, el asunto pasa más bien por cierto eje temático que aún persiste en la captura de los cuerpos. A propósito de la cercanía que mantiene este conjunto fotográfico con la técnica del daguerrotipo, la excesiva suspensión de la pose delante de la cámara nos recuerda los métodos de representación que ocupaba la pintura realista: así como los sujetos fotografiados se paraban extrañados delante del retratista, así también los pobres, los desposeídos, y todo el bajo mundo asociado a ello posaban delante del pintor.

Si hiciéramos un paralelo entre las imágenes de John Thompson con las pinturas de Courbet, el primero con cierto aire de obscenidad, mientras que el segundo con una moral mucho más refinada, sabríamos que hay algo en común, aunque no precisamente en la forma compositiva de cada obra. Más bien, ese interés por las cosas no vistas, por la abyección en general, hace que este tipo de corrientes aún se sientan familiares entre sí. Por supuesto, las fotografías de La Mouche no tienen que ver, al menos no directamente, con cierta estructura de clases, pero sí mantiene una relación primaria con un bajo mundo que, en este caso, tiene que ver con lo oscuro, lo esotérico, y por supuesto, con lo monstruoso.

Si seguimos las palabras de Paul B. Preciado, todo lo que está mezclado, disuelto, lo que no posee definiciones, es decir, lo andrógino, es "monstruo", no en relación con la belleza, sino a propósito de lo compacto de los cuerpos. Lo monstruoso desborda en todas direcciones, atenta contra su propia condición de imagen; en cierto sentido, es una contra-visualidad, unq visión imposible. En la presente serie fotográfica, por medio de la doble exposición, los cuerpos también parecieran atentar contra si mismos, revueltos sobre si mismos, o bien, al borde de la desaparición. Pero lo más importante: monstruos detrás de las cortinas, monstruos bajo los crucifijos, monstruos acechándonos detrás de cada imagen.

Texto de Víctor González Astudillo.

 

Aptatum (2014)

“Soy un fantasma, no existo. Es un mito la existencia, mi existencia. En realidad a veces pienso que no existo.”

- Juan Rulfo

Serie fotográfica que expresa la disolución de la personalidad primigenia entre el personaje y un espacio cerrado. La imagen mostrada es la última de la serie y ejemplifica el estadio final de una persona antes de convertirse en un fantasma existencialista al ver coartadas sus libertades y condiciones.

Aptatum V (2014)

 

Las Lunas (2019)

 

En la mitología de La Mouche existen seres que son potestades, cuya desgracia es el haber perdido la cualidad de intervenir en la vida de los mortales, este es el caso de Las Lunas. Dentro de esta serie nos encontramos con una luna ciega y atada incapaz de intervenir por sus hijos, una luna que solo se limita a mirar y solo a mirar; la fotografía expuesta en este caso es la luna madre o también conocida como la Luna que calla.

Luna Madre (2019)

 

MVNT (2019)

Serie fotográfica que replica de manera digital la estética del daguerrotipo y su naturaleza lenta para poder capturar una imagen nítida. Los procesos primitivos de la imagen en ese entonces requerían que los elementos a fotografiar mantuvieran una posición inmóvil dando por resultado imágenes con una nitidez comprometida y un sinnúmero de “defectos” que el autor encuentra de vital valor estético.

El ser humano es de naturaleza móvil y de constante cambio, eso nos transforma dentro de esta serie en cuerpos etéreos y multifacéticos. ¿Es acaso el movimiento el principal motivo de la trascendencia?

 

Catálogo de Partidas (2022)

Las partidas de los seres amados dejan a nuestra puerta un camino distinto, un proceso de reintegrar lo que “ya no es” debajo de la tierra, es decir, un enterrar.

Esta serie es precisamente ese recorrido, el camino ahora distinto, atrás, los milagros que comienzan a ser evanescentes y de frente las nuevas cruces a cargar y el entierro de nuestros duelos.

 

En el caso de las figuras III y VII, podemos apreciar dicho acto de sepultura de algias que convierten el suelo en materia fértil para nuevos caminos floridos, y la cruz a cargar de dicha ausencia, arriba una cúpula, el tiempo perfecto para apearse a uno mismo y observar desde lejos.

 

 

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La  Mouche (Carlos López) es un fotógrafo onírico-simbolista nacido en la ciudad de México el 14 de agosto de 1987.

Sus inicios en la fotografía fueron en la preparatoria n°1 Gabino Barreda de la UNAM, posteriormente ingresó a la Escuela activa de fotografía donde terminó dicha carrera en el año 2014.

Su carrera de fotografía conceptual comenzó con la serie De Sal y Olvido (2013) seguida por Espacios Fatuos. Pero no fue hasta su serie Nubes (2014) en la que consiguió encontrar su distintivo estilo fotográfico onírico/surreal. Dicho estilo se vio subrayado con Precipitaciones y finalmente con Aptatum.

 

Los personajes en las imágenes de La Mouche oscilan entre su mitología propia como es el caso de “Las Lunas” (2018), personajes duales yuxtapuestos por sus polaridades del ego “.EG0” (2020), o retratos fantasmales de naturaleza móvil, mutante y difícil de identificar “MVNT (2019).