Por Gabriel Yeannoteguy
Estándar
Tenemos apenas dos metáforas: las cosas las ideas (pero el pulso de las cosas son las
ideas) y de ahí inferimos el mundo de las cosas de las ideas todo un repertorio
enmarañado organizado limpiamente en cosas en ideas
Formación de una caverna
En el plexo
es posible que se forme
a intervalos irregulares
una caverna.
Si es una caverna de caliza
será por filtración:
el agua horada, se filtra, desgasta
el ánimo
y por fin crea el hueco en el plexo,
por filtración.
Si no también puede crearse de manera más brutal,
más violenta, una caverna de lava:
el plexo se cubre de una emoción intensa
horrenda, insoportable;
la capa externa de lo derramado se enfría pronto
formando un tubo volcánico —una colada— que permite a la lava caliente
seguir fluyendo hasta que el acontecimiento acabe por fin;
el plexo se enfría, todo se enfría,
pero la caverna ya está hecha.
¿Es posible guardar algo en una caverna así?
se preguntan quienes estudian la mente de los horadados.
¿Qué guardar para aprovechar el agujero?
me pregunto en cambio yo, atorado de dolor.
Insectos
En las flores y en las frutas,
en las ramas y en las hojas.
En raíces, en semillas,
en madera.
En cortezas, hojarasca,
en los hongos y en la tierra.
Bajo piedras, en cavernas,
en los nidos.
En los perros, en las vacas,
en el agua, en telarañas
y en las luces.
Enemigo
Un enemigo natural es
un depredador
un patógeno
un parásito
que lo que hace es
matar a cierta presa
matar a su presa
matarla
en su ambiente natural
¿cómo matar
en nuestro ambiente natural
al enemigo natural?
pero
un enemigo natural es
un límite
un parásito
un patógeno
un depredador
que mata a su presa
en su ambiente
natural
es decir que
es el ambiente natural
de ambos
entonces
¿cómo matar
en nuestro ambiente natural
al enemigo natural
en su ambiente natural?
Un enemigo natural es
un
no
el enemigo natural es el misterio;
corrijo: los misterios.
Diario personal de un físico del Observatorio Pierre Auger en Malargüe
Hoy la lluvia
Mientras hacía café estaba melancólico
la lluvia de rayos cósmicos
pensé en Lorena,
arrojó un dato sorprendente,
en dónde estaría justo ahora,
inesperado. Los colegas, pensé en aquel momento,
mientras hacía café y pensaba que
estarán felicitándose por haber elegido
Lorena es el nombre de una ciudad que no conozco;
venir acá y no al Colisionador de Hadrones
bueno, ella es algo así como Lo Que No Conozco Todavía,
la Gran Máquina de Dios, esa pavada, que
tanto no conozco que en realidad recuerdo ahora que
tanto no conozco que en realidad recuerdo ahora que
nos acerca a querer hacer la fuerza, a producirla,
Lorena es Lorraine, una región, no una ciudad;
la fuerza que todavía no podemos conocer;
ella bien podría ser una región
cuando en realidad, pensaron seguramente los colegas,
es decir una región de mí, de lo que pienso,
el asunto está en poder ver la fuerza,
de lo que imagino es el mundo-fuera-de-mí,
es decir, medirla, como hacemos acá en el Observatorio;
todo eso en lo que anhelo diluirme al devorarla,
no quiero ser Dios, quiero conocerlo.
Lorena.
Del órgano cerebral
En Rusia
cuando murió Lenin en 1924
los rusos
llamaron a dos neuropatólogos alemanes
para que cortaran el cerebro de Lenin
en fetas.
Una, dos, tres, miles:
fue el primer intento por descubrir a través de una autopsia
algo vinculado
con una capacidad especial.
En Estados Unidos
el doctor Harvey
en 1955
cortó el cerebro de Einstein
en 240 trozos o 170
que repartió entre
240 científicos o 170
para descubrir
el secreto de la genialidad.
El tamaño de esto o aquello,
un lazo trunco,
o bien algo con las células gliales.
Uno de los 240 o 170
anotó en el margen
de la primera versión para imprenta
de su trabajo final:
«sólo hay locura
y el permiso,
concedido a uno mismo,
para entrar en ella».
Ah, la Historia
Ahora que la cosa toma impulso
otra vez,
ahora que parece que remonta
de nuevo,
de fondo siempre la misma sensación
de no estar
a la altura de las circunstancias.
Pero oh, ahora
no es esto por desconocer
las rajaduras del mito;
es decir, no es por
creer que hubo alguna
vez quienes estuvieron,
sí, a la altura,
sino por todo lo contrario:
saber que entonces también
hubo muchos que no supieron
ni pudieron no quisieron poder
o al revés precisamente:
la regla es y ha sido
no estar a la altura,
porque todo viene después
y vivir juntos
es darse cuenta todo el tiempo
de lo que acaba de pasar.
Chicago 45, Taken 1952. Aaron Siskind.
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Gabriel Yeannoteguy (Buenos Aires, 1978). Escritor, actor, guionista y dramaturgo. Publicó: La serie del agua (poesía, 2003), Pampa playa afuera (poesía, crónica y ensayo, 2011) y El patrón (poesía, 2015, Premio Fondo Nacional de las Artes). Co-dirigió la publicación de divulgación literaria No Quiero Ser Tu Beto (1998-2005) y en co-autoría con ese equipo publicó el libro Apuntes definitivos sobre literatura (2005). Guionista de documentales televisivos desde 2005 y docente de escritura audiovisual en la Universidad de Buenos Aires