Por Jano Soto

En este ensayo, busco capturar la belleza espontánea de algunos alimentos en descomposición, explorando sus texturas, colores, formas y detalles que se pueden apreciar de una manera única.

La descomposición de los alimentos es un proceso natural que ocurre debido al crecimiento y la actividad de microorganismos como bacterias, hongos y levaduras. La tasa de descomposición está influenciada por varios factores, que incluyen la temperatura, la humedad y la disponibilidad de oxígeno. Las etapas de descomposición incluyen la etapa inicial de frescura, seguida por el inicio del deterioro y, finalmente, conduce a la descomposición completa. Cada etapa se caracteriza por cambios visuales, como decoloración, malos olores y cambios de textura.

Muchos alimentos descompuestos a menudo se ven como un espectáculo repulsivo, pero hay cierta belleza en la descomposición y esta radica en los intrincados detalles que emergen cuando las frutas, verduras, pan, etc. comienzan a quebrarse y por ende a mostrar las imperfecciones, decoloraciones y texturas que estas adquieren y que finalmente resultan ser fascinantes de observar. Mientras que algunos pueden encontrarlo desagradable, otros lo ven como una oportunidad para explorar la belleza que se puede encontrar en lugares inesperados.

Uno de los aspectos más intrigantes de los alimentos en descomposición es la textura de la piel que adquiere a medida pasa el tiempo. Las frutas demasiado maduras se vuelven blandas y blancas, mientras que las verduras se vuelven viscosas y resbaladizas. El pan mohoso adquiere una textura áspera y llena de baches que pueden ser fascinantes a la vista.  

La belleza del envejecimiento y la decadencia de los alimentos en esta serie fotográfica radica en su capacidad para capturar el proceso natural de vida y muerte. Al documentar el proceso de descomposición, se pueden crear imágenes hermosas y estimulantes.

Estas imágenes pueden tener un poderoso impacto emocional y psicológico en los espectadores, ya que nos obligan a confrontar nuestra propia mortalidad. Y como metáfora del paso del tiempo y la fragilidad de todas las cosas.

 

*****

 

 

*****

 

 

*****

 

 

*****

 

 

*****

 

*****

 

 

*****

 

Jano Soto (1976) es fotógrafo chileno. Se ha dedicado a la fotografía de manera independiente, iniciando sus estudios en la Escuela de Comunicaciones Alpes de Santiago. Ha realizado varios montajes fotográficos participando de instancias como el Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso (2013), como también recientemente en el Festival Internacional de Fotografía de Chillán con obras en cianotipia.