Tu trabajo era limpiar caballos
sacarlos a pasear y alimentarlos
me gustaba acompañarte
a caminar
paseando por la pista
mirar tu musculatura
mientras fregabas sus cuerpos
el agua salpica y humedece tu piel
-las carnes firmes de un pura sangre-
siento celos de no ser un animal
imagino ser yo
a quien bañas con esmero
el agua deslizándose por las hendiduras de mi cuerpo
frotas mi espalda como una llovizna tibia
que entra y sale
de mi entrepierna aún virgen
el ritmo de tu cuerpo se hace más intenso
paja /tablas/ sangre
parecen advertir
mis pesadillas afiebradas
-la naturaleza animal se hace carne-
dejaré de ser una niña
vendré sin avisar
me sacaré la piel
y esperaré mi turno.
* * *
pezuña angosta/entra en el ovalo de la curva.
tu oreja asusta/ la distancia mínima
La fusta caliente imagino/el pasto abriéndose. Tragándose mi cola
Estoy en él como él está en mí/pelaje humoso
Un solo cuerpo a la deriva/en una selva de gritos delirantes
Ellos no saben/ lo quieren todo
Mientras duermen en tu esqueleto los árboles.
* * *
A veces sueño con caballos
Imagino ser una especie de centaura tener el pelo largo y negro hacia el lado una cola
gigante y senos desnudos corriendo veloz por la pista del hipódromo
soñaba llegar a la meta cubierta de coronas de laurel y champaña
siempre tuve facciones alargadas, extremidades flacas
-demasiado alta para ser jineta- dijeron
tenía sueños eróticos con un purasangre etrusco
y yo una princesa centaura del desierto
que avanza en todas direcciones
flameando un pañuelo rojo con la piel gitana
mientras el pura sangre alzaba sus patas montándome la carne
devorada por su lengua rasposa
en un goce abstracto e intenso.
* * *
“Dentro de los oídos, ametralladamente,
escucho los tendidos golpes
de los caballos”. Jaime Siles
Las cuerdas de la montura aprietan mis muslos
no se trata solamente de ganar
es saber elegir la curva con elegancia
el talento de medir riesgos pausados
ese instante perfecto en que el animal
siente el mismo placer que tú
la finura de su cabeza afilada
impulsada hacia la meta
la soltura de su galope implacable
y fríamente yegua
no se trata de ser dominada
es el ritmo marcado del trote
es una fracción de segundo
cuando el rival está a un rush
a menos de un cuerpo
no se trata de partir si no de finalizar
a un cuello del triunfo
o del fracaso.
* * *
Frecuenté los círculos
Jugué poker, brisca y dominó
Visité casinos y tugurios
no hay maña que no conozca
ni seña o truco que no distinga
el licor arde en mi lengua
como un arco de fuego
la trayectoria de mi suerte está en la sangre
analizo la jugada
cortando a tajo las posibilidades
- que también calculo-
mi inclinación es el azar
limpiar el oro de la mugre
ser la pitonisa de las pistas.
* * * * * * *
Karo Castro, Santiago Chile Escritora, Artista autodidacta, Psicopedagoga Licenciada en Educación . Ha publicado Mujer Gallina ( Editorial Pez Espiral 2021, Ediciones Balmaceda, 2016). Compiladora de la antología de poesía peruana contemporánea Incardinadas (Conmorán Ediciones 2023 )Ha participado en las antologías; Entorno a lo Innombrable poesía deriva y memoria, (Editorial Pez Espiral 2023) Procesos Escriturales Mujeres de Puño y Letra (Editorial Cuarto Propio 2018) Obtuvo mención honrosa en los Juegos Florales Gabriela Mistral, 2017. Obtuvo la Beca para escritores del CNCA 2018 y 2021. Realiza su trabajo mediante intervenciones fotografía, collage y performance. Actualmente trabaja en los proyectos Reina de copas y en el libro experimental Vertebral. |