Del latín obnubilāre; propiamente “cubrir con una nube”, “velar”, “empañar”, “oscurecer”.
Verbo transitivo; provocar incapacidad de pensar, ver o reaccionar claramente.
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Cumbre del desaliento
Emerges y te escondes
gravitas entre los laberintos
de una mente atormentada
buscando tenazmente
adormecer
sus sentidos
Este cuerpo responde
consternado
a los susurros
que traen consigo tus labios/ y sus surcos
con frases y lamentos
atestados de ilusiones
Y así permanecemos
temblorosos en el tiempo
buscando alcanzar
un espacio azul
entre un óxido inefable
pero cercano a lo frágil
El tiempo
desaparece a tus espaldas
mientras la bruma se yergue
a través de un lenguaje ausente
aun así, exhumaré
el ardor de tu cuerpo
Porque esa blancura
se encuentra más allá del olvido
y la arquitectura del pasado
Se vislumbra
como una luz incandescente
que ciega el dolor
El mundo intenta
a diario amordazar
las posibilidades
de las que fuimos testigos
pero cada día intercede
el deseo y sus fantasmas
Quiero encontrar
algo que no esté escrito
entre la moral y sus grilletes
lejos del frío acorazado
que conservo en mi pecho
una lucha abrumadora
contra el absurdo
Exhala una esperanza
pue yo estaré
expectante
de correr
hacia tu piel
frente a frente
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Cerrojos
Abres puertas
mientras intento
cada día
desesperado
sepultar tu imagen
y los recuerdos que arrastra
Aun así
te deslizas
cotidianamente
entre los recodos
de mi memoria
y el polvo que disipa
Buscas estar presente
como una materia distante
mientras disuelves horas
con confusión y dolor
No bien, logres mirarme
esta esperanza
se exaltará en mi pecho
como una luz
que se difumina
entre la bruma
Entrégame claridad
más allá
de esta incertidumbre
Porque el cielo negro
se vislumbra
cada vez más lejano
La oscuridad
se disfraza
bajo nuestros pies
hasta que llegará un instante
donde no queden puertas
a las que acudir
Aquellas llaves (que conservaste)
serán inútiles
entre cerrojos quebradizos
Ahí es cuando
lo prístino de nuestra alianza
se corromperá
Cuerpos hirvientes
se apagan
entre pájaros inefables
y las flores del desaliento
El lenguaje y su materia
siempre serán cárceles
si el tiempo nos ataca
con sus grilletes
Recoge estos retazos y elabora
la arquitectura del olvido
que se yergue
bajo mi sombra
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Abril
Mis pies nunca
logran tocan esta tierra
analogía
de un tiempo uniforme
Las partículas
de esta materia
siempre permanecen distantes
del cielo fragmentado que contuvo
El aire huele a oxido
porque trae consigo
la corrosión de los espacios
que nunca podrán albergarse
Cauce de este océano
atestado de preguntas
ahoga mis pensamientos
-frágiles-
Y es que, quizás
solo resta respirar
y hundirse en el afluente
de lo incierto
Imágenes estáticas
que se arrastran
entre la memoria y sus recovecos
buscando un territorio
Mientras, a su vez,
aparecen intervalos de calma
que exasperan el destino
intensificado
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Reivindicar
Quizás/ quien sabe
todos
merecen afecto
No desde esa mirada
judeocristiana
del perdón
Sino
a través
de la reivindicación
del tiempo
Los lamentos y puñales
pueden apesadumbrar
las relaciones
quebrando posibilidades
Pero también el azar
reúne los fantasmas
destinados
a la perdición
Desearía alejar
esa hiedra venenosa
del rencor
y mitigar su niebla
viendo más allá
del pasado
Porque el cariño
es y siempre será
una medida de resistencia
lenguaje para derrumbar
el absurdo
y sus estructuras.
Fotografía de Graciela Iturbide.
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Bastián Fuentes Jorquera, 28 años, chileno, oriundo de la ciudad de Talca, psicólogo de profesión, docente y psicoterapeuta, escritor y fotógrafo por afición.