Editorial/Prólogo
Los recuerdos, las sensaciones implantadas en la memoria, que se revitalizan con algunos momentos del presente. Las relaciones perturbadas, camufladas con la inocencia, que cobran sentido con el pasar de los años, porque nunca se fueron, porque siempre estuvieron ahí. También, el dolor, la alegría, lo conmovedor y lo huidizo. Estas son algunas de las impresiones que suscitan los escritos y las fotografías recopiladas en el presente número. Lejos de la visión paradisíaca de la infancia, muchos de estos textos encarnan las primeras experiencias del dolor: el terror y la impotencia desde la vulnerabilidad, la niñez como pesadilla.
Así, en Felisa, por ejemplo, leemos la relación de una niña con un suceso terrible. Para la protagonista implica, en una escena de revelación, el descubrimiento del horror y del mal. En Maldita soledad, asimilamos la violencia y el abandono en una crónica íntima sobre el amor filial, abarcado desde la mirada más tierna de un infante, quien parece experimentar, en relación a su madre, sus primeras sensaciones de angustia y pena en una batalla continua contra el entendimiento de las circunstancias que no pueden sino superarle. Mi padre sitúa la ausencia paternal como crisis identitaria, arraigada al alma, y que sólo revive con una imagen fotográfica. Es la infancia, aquí, lo que Roland Barthes denomina como punctum, aquello que nos punza, que nos lastima. Este concepto se manifiesta en varias de las fotografías conjuntas: así, en La mariposa de sésamo, la fotografía es, en esa inmortalización del puro azar, de lo súbito, el recuerdo de un ser perdido, y asimismo, la reapertura de un dolor mucho más profundo. Por ello, Donde jugarán los niños, el apartado visual que abre este número, retrata en la infancia y en lo cotidiano un vacío que se trastorna hasta lo extraño, lo ambiguo y, por instancias, lo terrorífico. Así, la totalidad de las colaboraciones a continuación articulan los mismos tópicos aquí propuestos.
¡Muchas gracias a todxs lxs que participaron en nuestro primer número! ¡Nos vemos en la siguiente edición!
Atte. Equipo editorial de Revista Phantasma